¿Sobre qué aspectos del Templo puedo hablar fuera del Templo?
En el Templo hacemos convenios específicos de no revelar ciertas cosas. Por tal motivo, muchos miembros se sienten incómodos en hablar sobre cualquier aspecto que esté relacionado con el Templo. Si bien existe límite fino, creo que algunas veces hemos sido demasiado renuentes, al grado de que muchas personas asisten al Templo sin estar preparadas.
Por motivo de la santidad [del Templo] a veces somos renuentes en decir algo sobre el Templo a nuestros hijos y nietos. Como consecuencia de esto, muchos no desarrollan un deseo real de ir al Templo, o bien, cuando van al mismo, lo hacen sin mucho conocimiento de respaldo que los prepare para las obligaciones y convenios que tomarán sobre sí.
-President Benson. “What I Hope You Will Teach Your Children about the Temple.” Ensign, August (1985): 6-10 (traducción libre)
Siempre debemos “[recordar] que lo que viene de arriba es sagrado, y debe expresarse con cuidado y por constreñimiento del Espíritu.” D&C 63:64
Si bien hacemos referencia a los lavamientos y unciones, sellamientos e investiduras, no discutimos los detalles.
-Elder Packer, The Holy Temple, 29. (Énfasis añadido. Traducción libre)
Una buena regla a seguir es que estamos sobre terreno seguro cuando citamos fuentes oficiales y públicas de la Iglesia. Podemos seguir el ejemplo de las Autoridades Generales y de los profetas de las Escrituras, en lo que respecta a sus enseñanzas y palabras públicas, SI el contexto es apropiado. El contexto de nuestro discurso debe determinar cuánto es lo que decimos, si bien, otra vez, ciertas cosas siempre están fuera de límite en las conversaciones fuera del Templo porque hacemos convenio de no hablar sobre ellas.
Uno puede hacerse estas preguntas de contexto, intención y aprobación:
* La conversación, ¿es pública o privada?
* ¿Es nuestra discusión para propósitos mundanos o espirituales?
* ¿Es para ayudar a alguien a prepararse o para entender el Templo?
* ¿Se relaciona con una persona humilde que busca una respuesta o con una persona hostil de un foro de discusión que busca debatir?
* ¿El Espíritu está presente en nuestra conversación? “Recuerda que lo que viene de arriba es sagrado, y debe expresarse con cuidado y por constreñimiento del Espíritu”. D&C 63:64
* ¿Es contenciosa nuestra conversación? “Porque en verdad, en verdad os digo que aquel que tiene el espíritu de contención no es mío, sino es del diablo, que es el padre de la contención, y él irrita los corazones de los hombres, para que contiendan con ira unos con otros.” 3 Nefi 11:29
* ¿Estamos tratando las ordenanzas del Templo o sus cosas relacionadas con ligereza? “No trates con liviandad las cosas sagradas.” D&C 6.12
El Presidente Hinckley también ha dado consejos sobre este tema.
Les recuerdo sobre la obligación absoluta que tienen de no discutir fuera del templo lo que ocurre dentro del templo. Los asuntos sagrados merecen consideración sagrada. Estamos bajo obligación, vinculante y seria, de no usar lenguaje del templo o hablar asuntos del templo fuera del mismo. Fui al templo por primera vez hace cincuenta y siete años. Fue distinto a toda otra experiencia que había tenido en la Iglesia. Un hombre joven conocido mío fue también más o menos en la misma época. Después de ello, utilizaba con descuido frases con lenguaje del templo de una forma frívola. Era ofensivo. Era una traición de algo sagrado que le había sido confiado. Lo he observado con el paso de los años. El que era una vez fiel, ahora se ha apartado de la actividad de la Iglesia y ha abandonado la fe de sus padres. Pienso que mucho de lo que le ha pasado comenzó con los pequeños actos de irreverencia que cometió al trivializar el lenguaje que no es trivial.
Por favor, hermanos, no hablen fuera del templo lo que ocurre dentro del templo. Mientras estén allí, tienen la libertad de hacerlo. Si tienen preguntas, pueden hablar con el presidente del templo o con uno de sus consejeros. Pero cuando salgan por las puertas de la Casa del Señor, sean leales a la confianza sagrada de no hablar sobre lo que es santo y santificado. Dijo el Señor, “Recordad que lo que viene de arriba es sagrado, y debe expresarse con cuidado y por constreñimiento del Espíritu” (D&C 63:64). Y también, “No trates con liviandad las cosas sagradas.” (D&C 6:12).
-Presidente (en ese entonces era Primer Consejero) Hinckley, “Keeping the Temple Holy,” Ensign, (May 1990): 49ff. Ver Liahona, Julio de 1990. Traducción Libre.